Wednesday, February 3, 2010

MAINE EN LA BAHIA DE LA HABANA

Maine en la Bahía de La Habana
15 de febrero de 1898
En el mes de febrero de 1898 se encontraba surto en el puerto de La Habana el crucero acorazado norteamericano Maine que había arribado a dicho puerto en visita de amistad, casi podría decirse que como un exponente de la satisfacción que había producido tanto en Washington como en Madrid la carta que con fecha 1° de febrero el Ministro de Estado Español don Pío Gullón había escrito, en contestación a otra que procedía del plenipotenciario norteamericano Woodford.
Cuando parecía que las relaciones entre ambas naciones iban a entrar definitivamente en un plan de perfecta inteligencia, en la noche del día 15 de febrero de 1898, voló de manera extraña e inesperada el crucero acorazado Maine teniendo a bordo, en el momento de la explosión, a 266 miembros de su tripulación que perdieron la vida. Ante hecho tan insólito los ánimos se pusieron en una tensión desmedida tomando, como es natural las cosas una gravedad extrema, al grado de que el Ministro de Estado de España comunicó a todos los representantes de su gobierno en el extranjero que el Gobierno de Washington iba a presentar ante el Congreso de la Unión el dictamen de la Comisión nombrada para estudiar el caso de la catástrofe del Maine y el Gobierno de Madrid solicitaba el consejo de las grandes potencias y un arbitraje para dirimir las diferencias surgidas de pronto, y se hizo todo lo posible para evitar la guerra que se veía venir, como consecuencia del desgraciado hecho.
“Nada impidió que el Presidente McKinley, con fecha 11 de abril, presentara su Mensaje Especial ante el Congreso Americano y como consecuencia de ello el día 20 del mismo mes fue sancionada la Resolución Conjunta concebida en estos términos: "El Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos reunidos en Congreso resuelven: 1º, que el Pueblo de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente; 2º, que es deber de los Estados Unidos demandar, y el Gobierno de los estados, por la presente demanda, que el Gobierno de España renuncie inmediatamente a su autoridad y gobierno en la Isla de Cuba y retire sus fuerzas de tierra y mar de Cuba y de las aguas cubanas; 3º, que se conceda facultad y autorización, como por la presente se concede, al Presidente de los Estados Unidos para que emplee todas las fuerzas terrestres y marítimas y llame al servicio de los Estados Unidos a las milicias de los diversos estados, hasta donde sea necesario, para llevar a efecto estas resoluciones; 4°, que los Estados Unidos por la presente renuncian a toda intención o propósito de ejercer soberanía, jurisdicción o dominio sobre dicha Isla, excepto para su pacificación y declaran que están determinados, cuando ésta se realice a dejar el gobierno y dominio de la Isla en manos del mismo pueblo cubano".
“La secuela de esta Resolución Conjunta fue este pronunciamiento oficial del Congreso de la Unión: "Existe guerra entre los Estados Unidos de América y el reino de España desde el día 21 de abril del año del Señor 1898".

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