Artículos que tratan con Cuba en el libro por Alberto Boix Comas aparentemente editado a principios de la década de 1950 “Así es Cuba” en “Cosas de mi Tierra” en Guije: “Cuba y su cartografía”, “Cuba y su clima” y “Cuba y los ciclones”. “Se puede afirmar que la Cartografía Cubana propiamente dicha nace con el Mapa de Humboldt en 1820, cuya escala era de 1 : 200,000. De este Mapa decía su autor que era el primero que representaba los contornos de las costas de Cuba trazados con arreglo a las observaciones astronómicas, tomadas por los marinos españoles y por él mismo y, si bien en la actualidad no es más que una reliquia histórica, tiene el mérito de haber sido la base para el trazado de muchos mapas que posteriormente vieron la luz pública. Ultimamente en 1926 se publicó el Atlas Universal Americano que, a una escala de 1 :150,000 publica el Mapa General de Cuba, basado en la Carta Militar y complementándose con tres esquemas: uno de la División Política de la Isla, otro de la División Geológica de la misma con las Minas Activas y un tercero con la Distribución de las Principales Producciones del país.
Desde que el mundo es mundo, las tempestades tropicales ciclónicas que según expresión del doctor Salvador Massip son "uno de los rasgos más salientes del clima de Cuba" han sembrado la desolación en las regiones por donde han pasado, al cumplir inexorablemente la Ley física de que las masas atmosféricas van siempre de altas a bajas presiones. Gráficamente se puede describir un ciclón diciendo que está integrado por dos círculos concéntricos en que el área exterior del círculo máximo, está ocupada por las ráfagas extremas que se presentan en forma ramificada; en que el área comprendida entre los dos círculos determina el aro o anillo de lo que he dado en llamar la masa compacta del meteoro o ciclón propiamente dicho y en que, según estudios llevados a cabo por el doctor Millás, junto al borde del círculo mínimo se encuentra lo que llama "el anillo de máxima violencia"; en que el área inscrita dentro del círculo mínimo abarca el vórtice u ojo de la tempestad, que presenta estas características: calma aparente absoluta o relativa; baja barométrica y cielo despejado o casi totalmente despejado. Las características de la masa ciclónica pueden condensarse diciendo que son: vientos de gran intensidad destructora; baja barométrica constante; torrenciales lluvias debidas a la formación de nimbus bajos y fragmentados. En términos generales se puede decir que el remolino que un ciclón tropical forma abarca más de 300 kilómetros y que el área general del meteoro puede rebasar muy bien los 800.
“Esto es Cuba: "la Isla mimada de las brisas"; la Isla del cielo claro, azul y sereno; la de los días brillantes y de las noches de ensueño y de amor, donde el invierno es suavidad de ambiente y el verano rememora del infierno el calor; es la Isla de los destellos solares que los que procedentes del Norte la visitan la llaman: "The land of eternal sunshine"; es en fin la Isla donde domina el clima más dulce y mejor del mundo, contra los temores de los que por desconocimiento de la realidad, afirman lo contrario. “En verano, cuando el sol tropical calcina las tierras que dentro de él se encuentran, la Isla de Cuba debería citarse como un país infernal por el calor intenso que en ella debería predominar, pero las brisas sedantes de mar y tierra presurosas acuden para aliviarla de semejante tormento, por lo que, con justicia, se puede de ella decir que es la Isla mimada de las brisas. Y no se puede olvidar tampoco que durante todo el año, esta tierra tropical se encuentra dentro de la zona de los vientos alisios del Norte que varían muy poco en dirección y velocidad. Al igual que la temperatura, la uniformidad de los vientos se rompe cuando se presentan situaciones especiales, que las determinan, en la zona del Caribe, los vientos ciclónicos o huracanes que por ser producto de causas extremas y específicas que no son constantes pero sí típicamente tropicales, no son tan frecuentes cual afirman los desconocedores del proceso científico que los engendra. En cuanto a las lluvias, en Cuba se impone esta afirmación: "Son las precipitaciones abundantes pero no excesivas". Ellas vienen a ser como el fiel de la balanza de las dos estaciones típicas que en el Trópico prevalecen y que por nombre llevan: "Estación de las lluvias" una y "Estación de la seca" otra, comprendiendo la primera los siete meses que van de mayo a noviembre y la otra los cinco restantes, o sea de diciembre a abril.
No comments:
Post a Comment