Friday, October 21, 2011

Sociedad Colombista Panamericana en Cuba


Continuando con las actualizaciones hacemos referencias a los ensayos presentados en la sección de “Cosas de mi tierra”, en Guije.com, además de algunas referencias a Cuba y la Sociedad Colombista Panamericana, Cuba y su Museo Nacional y Cuba y las reliquias de la antigua justicia. “Con sede en La Habana, Capital de la República de Cuba existe una institución denominada Sociedad Colombista Panamericana que es de carácter continental y que presenta como característica típica la de que tan sólo la integran un número limitado de socios. Orgánicamente esta Institución consta de un Consejo de Gobierno correspondiente en la totalidad de Naciones Americanas cuya residencia radica en su respectiva capital nacional y de las Delegaciones necesarias esparcidas tanto en la América, como en las demás naciones del mundo que lo interesen. Y por si fuera poco todo lo dicho, hay que hacer constar que esta Institución Interamericana, con sede en La Habana, ha fundado las entidades y los organismos siguientes: "Instituto Interamericano de Historia Municipal e Institucional", "Corporación de Bibliotecarios, Archiveros y Conservadores de Museos del Caribe", "Instituto Interamericano de Investigaciones Históricas, Sociológicas y Económicas", "Cámara Interamericana de Comercio" y "Primer Grupo Bolivariano de Cuba" por no citar más.

“Se puede afirmar que la riqueza artística, histórica y científica que obra en Museos públicos, en Cuba, radican especialmente en el Museo Nacional que radica en La Habana, en el Museo Bacardí de Santiago de Cuba y en el Museo Oscar Rojas de la Ciudad de Cárdenas en la Provincia de Matanzas. De todos ellos el Museo Nacional es el más importante, tanto por ser el que oficialmente cuenta con la protección oficial de la Nación, como por la riqueza que en el mismo se alberga, si bien en la actualidad y mientras se termina el local donde va a tener su asiento definitivo y digno no se puede apreciar en toda su magnitud el valor grandísimo de su contenido. Allí están los cuadros del Siglo XVIII debidos al pincel de Escalera conocidos con los nombres de "San José con el Niño", "San Antonio" y "San Alipio"; "Cristo orando" y "Retrato de Mujer" de Vicente Escobar; "La Batalla de Champigni" de Angel Mederos; "La Escultura y la Pintura" de Juan Peoli; "El Hombre de la Espada" de José Arburo; "Lot y sus hijas" de Cisneros y "Cristo y la Samaritana" de Ferrán. Este es a grandes rasgos el Museo Nacional de La Habana que conteniendo tantas y tantas joyas no se rueden exponer todas en esta Estampa porque su espacio es muy limitado y no se pueden debidamente estudiar, admirar y ponderar en su actual local porque es también un joyel impropio y que está esperando que se termine el magnífico Palacio de Bellas Artes que se está levantando frente a la fachada posterior del Palacio Presidencial de La Habana para entregar en él en joyel adecuado, definitivo y digno de tanta riqueza lo que es sin duda alguna uno de los tesoros de que más se puede enorgullecer la República de Cuba ya que es uno de sus prestigios más sólidos.”


“Cuba tiene en la Ciudad de Santiago de Cuba, Oriente, el relicario de recuerdos históricos que hablan del ayer ido y pone ante el curioso visitante, entre muchas cosas que hoy sorprenden a aquéllos, objetos que con realidades palpables, dicen bien a las claras, cómo era de cruel y sanguinaria la aplicación de la justicia, ya que la idea de la tortura impresiona tan sólo contemplando los medios de que se servían sus mal llamados ministros. Pero lo que llama más poderosamente la atención del investigador y del curioso visitante es la Plaza de la Picota, que así se llamaba en tiempos remotos el lugar de Santiago de Cuba moderno que en la actualidad se conoce por Parque de Labra. Antaño este parque era lugar de tormento y sede donde la justicia impartía sus sentencias, ya que en dicha plaza y en lugar adecuado para las macabras funciones a que se destinaba, se encontraba la Picota Pública, donde se azotaban a los esclavos delincuentes y a otros desgraciados mortales, y no eran solamente azotes los bárbaros castigos que en aquel lugar se propinaban a los que bajo las garras de la salvaje justicia caían -dice Armando Leyva- sino que también, según la magnitud del delito se cortaban los dedos, las manos o la cabeza.”

No comments:

Post a Comment